-¿Me esuchas? Te estoy hablando.
- Si que te escucho, perfectamente.
- Bueno, contestame entonces.
- No puedo, no tengo nada que decirte, pero al mismo tiempo tengo tantas cosas.
- Entonces decime lo que pensás, lo que te pasa.
- No puedo, solo te puedo decir que esperes...
- Esperar... ¿Qué?
- Que el periodo de decepción se aburra de mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario