Si sus sentimientos son los mismos de antes, digamelo ya. Mis afectos y deseos no cambiaron, pero una sola palabra suya me harà callar para siempre. Sin embargo, si sus sentimientos cambiaron, le diria que me hechizò en cuerpo y alma, y que la.. la... la amo!. Ojala que nunca me separe de usted a partir de hoy.
Esta bien, entonces.
Orgullo y prejucio, Jane Austen.
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